Hoy va de reivindicaciones.
Hace unas semanas hablaba con una amiga de como la gente piensa que por tener una cámara Réflex es ya de entrada un buen fotógrafo. Y llegamos a la conclusión de que este es un concepto tan extendido como equivocado.
Para ser un buen fotógrafo no es necesaria una buena cámara, ni accesorios caros, ni ser un
hipster trasnochado que hace fotos en todos los ángulos a sus gafas de pasta, no!
Tus OJOS son todo lo que necesitas, la
mirada fotográfica, que es la que te acompaña y debe acompañarte cada instante de tu vida. Con sólo eso podrás captar instantáneas maravillosas y momentos increíbles.
Estos últimos años hemos estado viendo como ha crecido el número de personas que se han aficionado a la fotografía. Es ahora cuando está al alcance de cualquiera una cámara, ya sea buena o mala, móvil, compacta o réflex.
Casi toda la población con un móvil mas o menos decente puede hacer fotos de calidad profesional, sólo hay que echar un vistazo a comunidades online como
Instagram, en la que podrás encontrar fotos maravillosas echas por aficionados y profesionales. Y es ahí donde podremos identificar al buen fotógrafo, cuando todo se ve por el mismo objetivo y todos usan el mismo material.
Una fotografía no se mide por la calidad de la cámara, sino por la calidad del instante, de la toma, del momento exacto.
Y es así como hago mis fotos, sin reparar en reglas, sin ceñirme a ningún estándar y cogiendo cualquier cámara que tenga a mano en ese momento. A todo/a el que desee iniciarse en este mundo lo único que recomiendo es que aprenda a
MIRAR a su alrededor, el resto es cuestión de práctica.
Por último os dejo unas fotos mías tomadas con el móvil a través de la app. Instagram.
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