Fuerte. Grande. Imperial
Entra azotando todo lo que se opone a ella.
Presionando, coaccionando, exigiendo.
Entra dolorosa y resentida,
a la calma de la orilla.
Donde entre golpe e impacto
encuentra reposo.
Donde en unos instantes
sabe que tendrá que alejarse,
para luego regresar otra vez.
Invariablemente combatiendo.
Para encontrar el instante de calma.
Fotografía y texto Silvana Tarantino